a partir de 30€
a partir de 30€
Cuando exponemos la piel al sol, nuestros cuerpos producen vitamina D. Esta vitamina ayuda en la absorción de calcio, a fin de mantener nuestros huesos sanos y fuertes y desempeña un papel esencial en nuestro sistema nervioso, muscular e inmunitario. Sin embargo, demasiada exposición a los rayos ultravioletas del sol puede producir daños en la piel, en los ojos, supresión del sistema inmunitario y cáncer de piel.
A corto plazo, la exposición al sol sin protección puede significar tener que lidiar con una quemadura, pero también puede haber consecuencias a largo plazo acechando nuestra piel, incluso sin haber experimentado quemaduras previamente. El sol envejece prematuramente nuestra piel. A este fenómeno se le denomina fotoenvejecimiento y, además de sus consecuencias a nivel estético, puede provocar cáncer de piel.
A diferencia del envejecimiento cronológico, que está relacionado con la edad y la genética, el fotoenvejecimiento se da cuando la luz ultravioleta impacta en la piel que no está protegida causando cambios en el ADN.
La piel se compone de tres capas: la epidermis o capa externa, la dermis o capa intermedia y el tejido subcutáneo o capa profunda. La dermis contiene colágeno, elastina y otras fibras que constituyen la estructura de la piel y le dan un aspecto liso y juvenil. Tanto la epidermis como la dermis pueden ser dañadas por la radiación ultravioleta (UVR).
Los rayos ultravioleta se componen de dos tipos diferentes de ondas, los rayos UVA y UVB:
Aunque el daño en la capa intermedia de la piel (dermis) se haya provocado antes, pueden pasar años hasta que sea visible en la superficie (epidermis). Normalmente, los signos del fotoenvejecimiento comienzan a mostrarse en la adolescencia o el principio de la década de los veinte. Entre los síntomas, se encuentran:
Para prevenir el fotoenvejecimiento es necesario utilizar un protector solar de amplio espectro que blinde la piel de los rayos UVA y UVB.
Hay dos tipos de protectores solares: los protectores solares químicos y los protectores solares físicos (o minerales).
Los protectores solares químicos son aquellos cuyos componentes activos (esto es, aquellos componentes destinados a ejercer la acción de protección frente a la radicación) son químicos sintéticos, como la oxibenzona, octinoxato o avobenzona.
Los protectores solares químicos permiten que los rayos ultravioleta penetren la piel. Una vez absorbidos, los activos del protector solar generan una reacción fotoquímica en la que la luz ultravioleta se convierte en calor y se disipa de la piel.
El problema con los protectores solares químicos es que sus ingredientes activos han hecho saltar las alarmas después de que diversos estudios científicos los vincularan con alergias, daños celulares, envejecimiento prematuro, dermatitis de contacto e incluso como sustancias cancerígenas o disruptores endocrinos, además de otros efectos dañinos para nuestro organismo en otros aspectos.
Además, estos ingredientes activos presentes en los protectores solares químicos causan un daño permanente en el ADN de los arrecifes de coral. En algunos casos, los arrecifes de coral han disminuido dramáticamente y la contaminación de estos ingredientes activos presentes en los protectores solares químicos ha demostrado ser un factor mayor en la destrucción de los arrecifes de coral. Este tipo de contaminación no solo impacta en los corales, sino que también lo hace potencialmente en todos los organismos que viven en los arrecifes de coral, incluidos peces, plantas marinas, tortugas de mar y otros mamíferos marinos.
A diferencia de los protectores solares químicos, los protectores solares físicos o minerales usan ingredientes activos de origen natural para ofrecer protección frente a la radiación ultravioleta. Concretamente utilizan óxido de zinc y/o dióxido de titanio. Estos activos actúan bloqueando la radiación ultravioleta de nuestra piel, como si de un escudo se tratara y no permiten su absorción. Gracias a este funcionamiento, no es necesario su aplicación un tiempo antes de la exposición solar, ya que comienza a actuar de inmediato.
El dióxido de titanio protege frente a la radiación UVB y parcialmente frente a la UVA. El óxido de zinc ofrece protección de amplio espectro tanto de rayos UVB, como de rayos UVA.
Históricamente, la aplicación de este tipo de filtros ha sido un poco menos práctica que la de su homólogo químico, dado que puede dejar rastros blanquecinos en la piel y aportar una textura más untuosa. Para evitar esto, la industria ha tendido a la disminución del tamaño de estas partículas hasta llegar a su descomposición en nanopartículas.
Sin embargo, los filtros físicos con nanopartículas también generan cierta preocupación en la UE, dado que el tamaño de las partículas es suficientemente pequeño como para atravesar la barrera cutánea y penetrar en el torrente sanguíneo o ser inhalado (especialmente en aquellos formatos tipo spray). Hoy en día en la UE es obligatorio que se especifique en el envase cuándo el filtro físico contiene nanopartículas (nano), por lo que los usuarios lo pueden averiguar fácilmente.
Con las evidencias que disponemos en la actualidad, los filtros solares más seguros y efectivos para las personas son los filtros físicos o minerales con óxido de zinc o dióxido de titanio sin nanopartículas. Además, éstos (los filtros físicos no nano) también están considerados más seguros que cualquier otro filtro solar para la preservación de los arrecifes de coral y de la vida marina.
Los protectores solares naturales cuentan con una fórmula con ingredientes de origen natural en lugar de químicos sintéticos. Esto significa que no presentan químicos sintéticos ni tóxicos potencialmente dañinos para la piel entre todos sus ingredientes. Evitan los parabenos, los ftalatos, los conservantes agresivos y solo utilizan como ingredientes activos el óxido de zinc y/o el dióxido de titanio. Por lo tanto, todos los protectores solares naturales son también minerales o físicos.
Todos los que escogemos un protector solar natural, lo hacemos por nuestras propias razones. Estas suelen ser algunas de las más populares: