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El método curly con el que conseguir unos rizos perfectos

El método curly con el que conseguir unos rizos perfectos

Si conoces “el método Curly y tienes los productos adecuados, descubrirás una nueva relación con tu melena. Es más, puede que ni sepas que tienes el pelo perfecto para unos rizos cómodos, sanos y brillantes, al que llevas toda la vida sometiendo a torturas en forma de secador y plancha. 

Y no solo eso. ¿Qué productos te estás poniendo? Quizás si un día abandonas los productos con sulfatos y siliconas, puede que descubras que tu pelo tenía una textura totalmente diferente. Empieza el run-run, una amiga se pasa a los rizos y el día menos esperado te encuentras googleando “el método Curly” y tu mente está a punto de hacer “¡BOOOM!” Has llegado al sitio correcto: aquí te damos todo lo que necesitas y explicamos todos los pasos del "método Curly" para que tu vida cambie para siempre.

¿Qué es "el método Curly"?

Primero, una introducción. El "método Curly" no es ninguna fórmula complicada ni un proceso exigente: no es más que una rutina capilar que respeta las necesidades de los rizos. Entender que el pelo rizado necesita una hidratación extra, que hay que saber controlar el encrespamiento y que hay que evitar ciertos ingredientes para mantener tu melena sana son algunas de las enseñanzas que ponemos en práctica con esta rutina. No te preocupes, que te lo explicamos todo. 

Pasos del "método Curly" 

Estos son los pasos del método Curly. ¿Te suena raro? No te preocupes, te vamos a explicar en qué consisten las siliconas, los sulfatos y por qué estos son los pasos que harán que tus rizos luzcan. 

Paso 1: Descubre qué productos encajan con el método curly. Son los productos sin silicona, sin parabenos, sin sulfatos y sin ingredientes que resequen y dañen tu pelo. 

Paso 2: Hazte el "último lavado". Para este lavado en concreto, utiliza un champú con sulfatos (pero sin silicona) que ayude a retirar cualquier rastro de silicona que quede en tu cabello. A partir de este momento, tu nueva rutina de higiene capilar será a base de productos Curly. 

Espera: ¿no hemos dicho que adiós a los sulfatos? Bueno, cuando ya estés en tu nueva rutina de cuidado capilar, podrás decir adiós definitivo. Pero hasta que no te hayas deshecho de los restos de silicona que puedas tener, vas a tener que recurrir a ellos. 

Paso 3: El co-wash, o lavado con acondicionador. Lávate la cabeza como haces normalmente, pero con acondicionador en vez de champú. Enjuágate y peina tus rizos aprovechando que tus rizos están húmedos y suaves.  

Paso 4: Tras el lavado, puedes utilizar un gel de peinado para dar forma a tus rizos. 

Paso 5: Los champús, a partir de ahora: sin sulfatos ni siliconas. Estudia la frecuencia de lavado que le va mejor a tu pelo, intercala los lavados con champús y el co-wash e incorpora una vez a la semana un acondicionamiento profundo. 

Paso 6: Opta por toallas de micro-fibra o de algodón, sécalo de forma muy suave, haz movimientos que ayuden a la formación del rizo y retira algo de la humedad. Evita toallas de rizo que pueden causar encrespamiento. 

Qué evitar y  qué incluir en tu rutina capilar 

Empecemos hablando de los champús y cómo funcionan.

Las siliconas funcionan como emulsionantes, compuestos capaces de mantener una mezcla estable entre sustancias que en principio no mezclan bien (como agua y aceite). Además, la función emoliente aporta suavidad, que es algo que notas inmediatamente cuando aplicas un producto con silicona: el pelo queda más suave y fácil de peinar. Por otra parte, las siliconas, especialmente las insolubles, tienen otros efectos: aumentan el peso del pelo, pueden llegar a apelmazarlo o dar la sensación de cabello sucio.

Esto no solo afecta al aspecto, sino también a la capacidad de absorción del pelo que, si tiene capa sobre capa de siliconas acumuladas, no puede absorber nutrientes y es lo que llaman un cabello inerte. ¿Qué hacemos? Cuando notamos que el pelo tiene acumulación o build up, hay que solubilizarlas y arrastrarlas y dejar al pelo libre de residuos de silicona.

¿Y con qué podemos solubilizar y arrastrar, o sea, limpiar en profundidad el cabello? Los champús con sulfatos hacen esto eficazmente y, si usas silicona, deberías aplicarlo dos o tres veces a la semana para eliminar los residuos. Los sulfatos, como hemos mencionado, arrastran: limpian muy bien el pelo de todo residuo pero, ojo, también pueden arrebatar al cabello sus aceites naturales, provocando sequedad y picor. Según el cabello que tengas, los sulfatos pueden ser más o menos adecuados para tu cabello.

Para ti, amiga, que tienes el pelo rizado: di NO a la silicona, que va a hacer tus rizos muy pesados e impedir su forma natural. Di NO también a los parabenos, conservantes derivados del petróleo que han creado alarma por sus efectos dañinos en según que cantidades; lo que está claro es que a ti no te aportan nada. 

Y, ya que no cargas tu cabello con residuos de ningún tipo, reduce el uso de champús con sulfatos. Déjalos para las compañeras de melenas lisas o cabellos grasos, a ellas les sentará genial. Al pasarte a productos naturales en la higiene del cabello, notarás que tu pelo recupera su humedad natural, su tacto más suave, está más sano, absorbe mejor los nutrientes y pesa menos. Esta es el primer paso en toda rutina de cabello que quiera estar sano y bonito.

Igual que te has despedido de los ingredientes dañinos o inadecuados para tu tipo de pelo, di adiós también al secador y la plancha de pelo, que están dañando, forzando y cambiando tu forma natural. Cámbialos por un difusor que distribuye el calor de forma homogénea en tus rizos y, siempre que puedas, deja que se seque al aire libre.

Aprende a peinarte con las manos, usar tus dedos te resultará muy intuitivo y evita roturas. ¡Fuera peines y cepillos! Sí, es cierto: el pelo se enreda. A veces no queda más remedio, hay que entrar a quitar nudos. Intenta hacerlo en la ducha, con el pelo bien cargado de acondicionador o moisturizer cream. Puedes hacerlo con un cepillo si es lo que te pide el cuerpo, pero en realidad tus dedos serán suficientes.

¿Hablamos de la frecuencia de lavado? Temazo. Cada pelo es un mundo, pero para mucha gente lavarlo una vez a la semana sería suficiente. Para texturas muy rizadas, puedes espaciarlo más (cada 10 días) y añadir entre medias un co-wash o lavado con acondicionador (sí, solo con acondicionador).

Otro consejo: evita las toallas de rizo (son las más frecuentes) que resultan ásperas para las cutículas y causan crispado y daño, incluso cuando lo tratas con gentileza. Las toallas de microfibra, de algodón o muselinas pueden ser buenos sustitutos.

Hemos hablado antes del co-wash o lavado solo con acondicionador: se usa un limpiador en crema para retirar la acumulación de restos y limpiar el pelo sin aplicar ingredientes agresivos.

Nunca más un champú con siliconas, reducir los sulfatos a casos muy concretos (que hayas acumulado residuos y quieras una limpieza eficaz), nunca más productos que sean agresivos con tu pelo, que le arrebaten su textura y salud. De hecho, el acondicionador es ahora una parte esencial del cuidado de tu pelo. Nada más salir de la ducha, con el pelo mojado, divídelo en secciones y aplica el acondicionador en crema, asegurándote de masajear y distribuirlo bien.

Los rizos son, por su naturaleza, más secos que el pelo liso y necesitan mucha más hidratación. Los acondicionadores concentrados se hacen precisamente para suplir esta necesidad. Después de lavar y acondiconar tu cabello necesitarás aplicar un styling gel, aplicándolo por el pelo con los dedos a la vez que das forma a tus rizos. Con el método Curly, solo tendrás que dar forma a tus rizos 1-2 veces a la semana o cuando te laves el pelo. En el día a día, bastará un “recuerdo” con el gel para definir un poco el rizo que ya tiene forma.

¿Qué? ¿Te animas? Tenemos todo lo que necesitas para iniciar tu nueva rutina y respetar a tu cabello como se merece. Para la ducha, incorpora este Champú Ecológico (sin siliconas ni sulfatos), que limpia gracias a un derivado natural de los azúcares del aceite de coco, y este Acondicionador Capilar que, gracias a los extractos de malva, hibisco y algas, mejora el desenredado y la salud de la fibra capilar. Y para el cuidado de tus rizos, prueba estos dos productos de Rulls. Son naturales, por supuesto, y han sido creados expresamente para el pelo rizado. Empieza dividiendo el pelo (muy húmedo) en secciones y toma una almendra de Moisturizer Curl Cream que tienes que aplicar repartiendo bien por cada una de las secciones del cabello. Con el pelo bien hidratado y preparado, ya puedes pasar al Styling Curl Gel. Utiliza en esta fase dos almendras por cada sección y, ahora sí, ve dando forma a los rizos. O sea, ve estrujando los mechones para ayudarle a sacar su textura natural. Ya puedes secar al aire libre o con difusor (ni a máxima potencia ni muy caliente). 

¿Y el Cast, me preguntas? Sí, ese efecto mojado que queda a veces tras el uso del gel. Si quieres deshacer esa “costra” puedes eliminarla con la técnica scrunch out the crunch, usando aceite de jojoba y aceite de argán. Para ello es perfecto este Sérum Capilar Triple Acción, que tiene esos dos aceites (y también de girasol, extracto de caléndula y aceite esencial de mandarina, entre otros), aplicando unas gotas con la mano. Cumplirá su función y, además, puedes sacarle mucha más utilidad: este sérum te puede servir de mascarilla capilar, para evitar en encrespamiento o para la regeneración capilar.

Y ya. ¡Ya está! Un proceso saludable, respetuoso y que te descubrirá un nuevo mundo: el de la textura real de tu pelo, con sus ondas, sus rizos o sus tirabuzones. Si te encanta tu nuevo pelo, no dejes de contárnoslo. 

Con Caredamia puedes descubrir una nueva forma de cuidarte. Tus productos pueden ser más naturales, más ecológicos y más eficaces. Disfrutarás de tu ritual diario de belleza y salud y de los mejores, más agradables y sorprendentes beneficios. 

Si tienes dudas acerca de cualquiera de nuestros productos, contáctanos: ¡estamos para ayudarte!

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